A pesar de ser el menor de tantos hermanos (o gracias a ello) y también a pesar de ser un joven “enfermizo” (no en el “mal sentido”, sino en el sentido de tener mala salud, casi muere de tuberculosis un par de veces), se convierte en el “consentido” de su mamá,
y esta pone todas sus esperanzas en él, ahorrando para poder enviarlo a San Petersburgo para que estudiara y obtuviera su doctorado (si recuerdan un poco sobre la nota de Dostoievski recordarán la importancia intelectual de San Petersburgo en esta época). Mendeleev estudia Química, y realiza su tesis doctoral sobre “Las combinaciones de agua y alcohol”, lo cual no suena muy interesante, pero sería clave para sus trabajos posteriores. Mientras escribía su trabajo, “Los principios de la Química”, para ser presentado a la Sociedad Rusa de Química, Mendeleev plantea su “ley periódica”, la cual dice que si se organizan los elementos por su peso atómico, nuevos elementos aparecerían “periódicamente”, y los organizo en la primera Tabla Periódica. Esto fue revolucionario por varias razones, primero: lo hizo mucho antes del descubrimiento del electrón; segundo: cuando lo hizo sólo se habían descubierto menos de 60 elementos; tercero: le dio a la ciencia el primer boceto de uno de sus iconos, la Tabla Periódica; y cuarto: le permitió ver “huecos” en los elementos existentes y “profetizar” que dichos huecos serían nuevos elementos aún no descubiertos, pero no sólo esto, sino que le permitió “profetizar” las propiedades, cualidades y pesos de estos elementos, a pesar de ni siquiera haber sido descubiertos. Al pasar del tiempo y con el descubrimiento de esos elementos, se cumplieron las “profecías” de Mendeleev.
Gracias a su genio, Mendeleev es nombrado director de la Oficina Rusa de Pesos y Medidas, desde la cual ayudó a Rusia a organizarse de manera más eficiente. Introduce a Rusia el sistema métrico lo cual le ayudó a sus científicos a “hablar el mismo idioma” que el resto de los científicos del mundo (Aprende EEUU, aprende), así mismo estudió la extracción de petróleo y planteo las bases para la futura producción petrolera de Rusia. Y más importante aún (para mí al menos) estandarizó la forma de producir el Vodka, y gracias a él es que el Vodka ahora es 40% alcohol (antes cada quién lo hacía como quisiera). También viajó a París en una ocasión para trabajar con Pierre y Marie Curie, en el estudio de los nuevos elementos que estos estaban haciendo (aunque, para ser sinceros, no lo convenció mucho el asunto de la “radioactividad” y decía que era muy “loco” eso).
Como muchos genios, Mendeleev tenía costumbres un poco… “extrañas”. Se casó con una mujer que nunca lo quiso (qué costumbre tan rara esa de los rusos, recuerden a Dostoievski). Unos años después se enamora de una amiga de su sobrina, llamada Anna Ivanova Popova, quien era muchos, muchos años menor que él, y amenaza con suicidarse si esta no se casaba con él, a lo cual la chica, por alguna razón, acepta. Mendeleev se divorcia de su esposa y se casa con Anna. Según la Iglesia esto era bigamia, pues aunque el divorcio era permitido se requería al menos 7 años después del divorcio para poder casarse. La Iglesia hace campaña contra este “delito” moral de Mendeleev e intentan obligar al zar a encarcelarlo, a lo que el zar Alejandro II se dice respondió así “Bueno…, Mendeleev puede que tenga dos esposas, pero yo sólo tengo un Mendeleev… (así que jodánse)” (El último pedazo no lo dice, pero creo que estaba implícito) (Si recuerdan Alejandro II fue el mismo zar que le restituye los derechos civiles a Dostoievski, este zar se caracterizo por “defender” mucho a los intelectuales… tal vez le dediquemos si bien no una “Mente Brillante” por lo menos una reseña en el futuro). Aún así esta controversia hizo que se le negara acceso a Mendeleev a la Academia Rusa de las Ciencias.
Por los trabajos de Mendeleev es nominado al premio Nobel en dos ocasiones, pero debido a que Mendeleev “tenía una lengua venenosa” y era muy dado a las controversias, varios científicos, en su mayoría suecos, hacen campaña para evitar que se le otorgue, y tienen éxito. (Tampoco ayudó las guerras rusas-escandinavas de la época).
Mendeleev moriría a los 72 años de influenza, y es hoy uno de los íconos más grandes de la ciencia. En su honor se nombró un cráter en la Luna (El cráter Mendeleev), así como el elemento 101 de la Tabla Periódica, el mendelevio.
