8 de septiembre de 2015

¿Qué es el IQ? ¿Qué mide y para qué sirve?

IQ (o CI por sus siglas en español) es uno de esos términos que se filtran a la cultura popular pero con poca claridad sobre qué es en realidad, de qué se trata y qué mide. Por lo tanto es necesario brillar un poco de luz sobre este término, algunas de las cosas buenas sobre esta medida, y algunas de las cosas malas.


IQ, como muchos ya sabrán, significa “coeficiente intelectual” (también denominado cociente intelectual). Pero bueno, ¿eso qué significa? No es tan claro, ¿cierto? Y esto es porque “inteligencia” por si sola es un término difícil de definir, y no hay una definición qué es la absolutamente correcta. Una buena analogía para intentar definir qué es la inteligencia es la pornografía. También es difícil definir qué es pornografía, pero aún así sabemos con total certeza qué algo es pornográfico cuando lo vemos. Lo mismo sucede con la inteligencia, puede que no podamos definirla, pero aún así sabemos qué alguien es inteligente cuando lo vemos. Por supuesto habrá diferencia de opiniones sobre lo qué es pornografía e inteligencia, pero aún así nos queda una “intuición” sobre lo qué se tratan.

A pesar de estas diferencias de opiniones y la falta de una definición absoluta, hay factores comunes sobre lo qué es la inteligencia, como estos: la capacidad de resolver problemas, el razonamiento abstracto y la capacidad de adquirir y analizar conocimiento. Estos tres son lo que llamaríamos el “núcleo” de la inteligencia. Nótese que han quedado por fuera varios otros importantes factores que también harían parte de la inteligencia, dependiendo de la definición de la misma que tengamos, como por ejemplo: memoria, creatividad, capacidad matemática, “viveza”, rapidez mental, y muchos, muchos más. La inteligencia tiene muchos factores y muchas caras. Una persona muy inteligente, o para ponerlo ya en el IQ, que tenga un alto IQ, puede que tenga fallas en uno o varios de estos factores, y una persona de un bajo IQ puede que tenga muy alto uno o varios de estos factores. Porque el IQ es eso, una medida, nada más que una medida. Pero entonces, pueden estar pensando, ¿no sirve de nada el IQ? Si hay muchos factores y muchas variaciones entonces ¿el IQ no mide nada importante? Eso parecería, pero no, y la mejor manera de explicarlo es con otra analogía, esta vez deportiva:

Imaginen que estamos haciendo diferentes pruebas atléticas a un grupo de personas, pruebas como correr, nadar, trepar, salto largo, levantamiento de pesas, y varias más. Lo que descubriremos es que habrá personas que sean buenas en algunas de estas pruebas, pero no en otras. Pero también descubriremos que los resultados no serán independientes. Lo más probable es que una persona que sea buena en correr será también buena en nadar y trepar. Puede que no sea la mejor o siquiera estar entre las mejores, pero lo resultados no son independientes. El hecho de que sea buena en una prueba atlética influenciara positivamente su desempeño en las otras pruebas, a pesar de que sean pruebas, factores y áreas totalmente distintas. 

Y a eso es a lo que nos referimos cuando decimos que alguien es “atlético”: que tiene capacidades físicas por encima del promedio en varias de estas pruebas. Exactamente lo mismo sucede con la inteligencia y eso es lo que mide el IQ, ese promedio de rendimiento en varias pruebas que miden factores distintos, pero cuyos resultados no son independientes. El hecho de que alguien sea bueno en razonamiento abstracto con certeza influenciará positivamente su rendimiento en resolver problemas o en memoria, a pesar de que se tratan de factores distintos.

Así vemos que el IQ mide capacidades generales, no especificas, y tampoco mide aptitudes, mide tan sólo el promedio de rendimiento a través de diferentes pruebas, y dicho rendimiento en esos factores no es independiente, hay una relación entre los resultados, y esa es la clave y la importancia de las pruebas de IQ, nos dan una idea de la capacidades generales de una persona. Pero también debemos aclarar que el hecho de que alguien tenga un IQ muy alto no significa necesariamente que será, por decir algo, el próximo Einstein, de la misma manera que si vemos a un niño muy atlético no significa que vaya a ser el próximo Messi. Puede que dicho niño no tenga aptitudes para el fútbol o los deportes competitivos, o que sus capacidades atléticas no sean las mejores para el fútbol, sino para otra área atlética. Lo mismo se puede decir para alguien con un alto IQ. El IQ tan sólo nos dice capacidades generales, no especificas ni aptitudes, y mucho menos gustos ni personalidades. Es totalmente posible tener un IQ muy alto y ser completamente incapaz en un factor en particular, así como es totalmente posible tener un IQ bajo y ser brillante en un factor en particular.

Otra cosa muy importante que se debe aclarar sobre el IQ es la forma como se hace la puntuación. ¿Qué significa tener un IQ de 140 o uno de 100 o de 80? ¿Qué significan esos números? Bueno, hay que empezar por aclarar que 100 siempre va a ser el promedio de una población. Sea cual sea el promedio de una población siempre se le va a colocar 100. Y por lo tanto el puntaje en IQ dependerá de la población a la que pertenece el individuo en particular. Y las poblaciones pueden ser divididas por edad, geografía, época, entre otras cosas. Para explicar esto supongamos que un niño de 5 años hace la prueba estándar de IQ y saca un puntaje de 126, y justo al otro día cumple 6 años y vuelve a hacer la misma prueba y esta vez saca un puntaje de 113. No es que el niño se haya vuelto “bruto” de un día para el otro, sino que el promedio es diferente dependiendo de la edad que tengas (la población a la que perteneces).

*NOTA para los interesados en el aspecto más técnico: En estadística el IQ es una curva de distribución estándar o normal (la llamada campana de Gauss), el punto alto de la curva es 100 (IQ), el promedio, y cada variación estándar en la curva representa un cambio de 15 puntos de IQ. Así mismo la fórmula para obtener el IQ de una persona es la siguiente: (Edad mental/Edad biológica)100. Así vemos el porqué el 100 siempre es el promedio.*
Así 100 siempre va a ser el promedio, y el 95% de la población sacará puntajes entre 70 y 130, el 68% entre 85 y 115. Si sacas más de 145 perteneces al 1,3% de la población.

Bueno, ¿pero para qué sirve en la vida real una prueba del IQ? ¿Si mide algo realmente importante? La respuesta es sí… pero no tanto como la gente suele pensar, pero tampoco tan poco como para que no sea importante. Un puntaje alto en IQ está fuertemente relacionado con el éxito en áreas como la academia, la ciencia, estudios en general y en el entrenamiento militar; moderadamente relacionado en éxito en áreas como el comportamiento social; y levemente relacionado en áreas como el cumplimiento de la ley. Entonces el puntaje en IQ importa, pero no es una profecía. El hecho de que alguien tenga un IQ alto no significa que será un genio, tan sólo que tendrá más capacidades generales (más no especificas) para convertirse en uno o en una. Si yo sé el IQ tuyo, sé algo importante sobre ti, pero no sé cómo tú serás. El IQ me dice algo sobre tus capacidades generales, pero no especificas, y tampoco me dice tus aptitudes ni tu personalidad, y mucho menos tus gustos.

Ahora las críticas, tan sólo una para no ser tan largos. Supongan que para entrar a una buena universidad y obtener una buena educación se dice que las personas tienen que tener una altura de más de 1,80m, todos los que tengan menos de esa altura no serán recibidos y no podrán recibir una buena educación. Absurdo, ¿cierto? Más o menos eso es lo que se hace con las pruebas de IQ, para poder entrar a una muy buena universidad uno tiene que pasar una prueba de IQ, como los SAT en EEUU, las pruebas de Estado en Colombia y los A-Levels en México. (Estas, sí, son pruebas de IQ, no son las pruebas estándar de IQ, pero lo son). Entre más alto puntaje saques en esas pruebas, más oportunidades tendrás de entrar a una buena universidad y obtener una buena educación, haciendo así que el IQ se convierta en una profecía de éxito social y académico, y por lo tanto el IQ se vuelve, como lo es, una medida extremadamente importante muy relacionada con tu éxito en la vida. Pero si dijéramos que es la altura la medida para entrar a la universidad y obtener una buena educación, la altura sería igualmente importante y relacionada con tu éxito.


Entonces sí, el IQ es una medida importante y mide capacidades importantes. Y no, el IQ no es una profecía, pero la sociedad lo ha convertido en una. Que tan bueno o malo sea esto último queda abierto a la interpretación de cada quien. Uno podría decir, como contraejemplo a mi ejemplo de la altura, que las oportunidades de ser exitoso en el basketball están directamente relacionadas con tu altura… y es cierto, pero eso no significa que una persona de baja altura no pueda ser un gran jugador de basketball… tan sólo que tendrá que trabajar más para poder serlo… y que las personas de mucha altura no pueden dar por sentado su éxito, si no trabajan tampoco serán exitosas en el basket, por más altas que sean.